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La mejor integración de la historia de la banca… o no

No hay nada como ser el mayor anunciante de un país para que la prensa silencie la caótica situación que se está viviendo en la mayoría de las oficinas y en todas las Comunidades donde CaixaBank tiene oficinas.

Hasta prácticamente inicios de esta semana la parte técnica había sido un éxito, esta semana ya están fallando cajeros, conexiones de oficinas y diversas incidencias, pero en materia de gestión de los Recursos Humanos, ES UN VERDADERO CAOS.

La imagen altiva y segura de que esto en Caixa se ha realizado muchas veces y la tranquilidad que con ella nos intentaban transmitir, se ha derrumbado como un castillo de naipes. Nadie conocía su destino hasta el día de antes, se han vaciado oficinas de personas y pasándolas a InTouch sin tener preparados los centros de trabajo en muchos casos, cientos de trabajadores que quizá eran más necesarios donde estaban.

Otros muchos son conocedores del inminente cierre de su oficina y están igual con la incertidumbre de… ¿qué harán conmigo?. Las viejas escuelas de negocio basadas en el miedo, la incertidumbre, la presión constante, etc. ya no tienen seguidores; tan solo los que, por no cambiar a un marco conciliador, motivador, creativo, incentivador… prefieren seguir “haciendo El Tancredo”, por utilizar un dicho taurino popular de los muchos que se podrían aplicar. ¡¡Hagan algo!!, evolucionen en Gestión de Recursos, estamos en el siglo XXI.

La Formación se limitó, en la mayoría de los casos, a la venta de productos no financieros, pero se echa en falta la correspondiente a que los empleados dominaran la herramienta y conocieran el sistema, para que así pudieran “hacer de todo”.

Gracias a la inestimable ayuda que están prestando los compañeros de origen CaixaBank en funciones de apoyo, se está evitando una situación más crítica, pero son pocos para tanto incendio e incluso “invitándoles” a que lo que no hacían en su oficina lo hicieran por la tarde… y parece que el planteamiento es ir quitándolos. Los problemas desde un despacho no se ven, o se ven diferentes, pero desde luego los directivos que deberían estar a pie de calle, tampoco parece que estén reportando cual es la situación real y su magnitud. Sin empatía, sin compasión, sin afinidad… califíquenlo como quieran.

No son los años 70, fue ayer...
No son los años 70, fue ayer…

Igual de penosa es la situación que se crea con los 1.500 compañeros que irán a oficinas en funciones formativas durante 6 meses, en vez de a su casa. No por la función, que realizarán la mayoría de pie e incluso en la calle, sino porque muchos de ellos son mayores de 60, o están en el entorno de esa edad, algunos con problemas de salud y no se ha contemplado nada, nada, nada. Lo que hemos comentado, falla la GESTION DE LOS RECURSOS HUMANOS.