Primero de mayo
Mañana es 1 de mayo y no podemos dejar de ser reivindicativos por la pandemia o por cualquier otra circunstancia. Dentro de las posibilidades y dependiendo de la ciudad donde residas, con todas las medidas de seguridad, tenemos que manifestarnos y poner freno a esta pandemia especulativa que cada día hace más rico al que ya lo era y más esclavo al trabajador.
Cuantos comercios, cuantos bares, cuantos autónomos han tenido que dejar su actividad y engrosar las listas del paro. Cuantos ciudadanos nos han dejado por la pandemia y cuantos han caído en la más extrema pobreza como consecuencia de los efectos derivados de la misma. Pero compañeros, que buenos resultados trimestrales están dando las grandes empresas del país. La banca mil millonaria, las aseguradoras más de un 30% con respecto al año pasado y los directivos, desde el pobre que solo cobra 131 veces el salario mínimo interprofesional de fijo al que está por encima de las 300 veces, sin dividendos ni asignación de acciones.
Al final alguien dirá que tenemos lo que nos merecemos, pero los españoles no nos merecemos esto, tenemos tres reformas laborales pendientes de abolir (casualmente promesa electoral de los partidos en el Gobierno) y un cambio del modelo productivo que evite que nos juguemos siempre nuestro futuro al turismo.
El miedo a perder el sillón impide e impedirá que las reformas necesarias se afronten con valentía, con el miedo siempre de perder un nicho de electores. La Seguridad Social lleva 50 años enviando S.O.S. o ¿es que se desconocía el baby boom de los años 60?. Pues nadie ha sido capaz de que todas las prestaciones no contributivas, subsidios y ayudas se dejen de pagar con cargo a la seguridad social y pagarlos a cargo de los presupuestos del estado. Hoy no tendríamos problemas y no necesitaría ninguna reforma cercenadora de prestaciones. Aplicar coeficientes reductores a las carreras de más de 40 años de cotización tampoco sería necesario porque en unos años eso será imposible.
Mantener los servicios básicos con su carácter publico es fundamental y menos mal que la sanidad, aunque mermada por las sucesivas reducciones de presupuestos, ha sido capaz de aguantar y dar servicio a los miles de afectados por la pandemia, nuestro reconocimiento, nuestra gratitud y apoyo siempre a esas personas que de su vocación hacen su empleo y se entregan en cuerpo y alma a los demás. La educación, otra de las grandes profesiones que tiene que ser vocacional y publica pero de consenso. No podemos hacer padecer a un niño tres o más cambios de normas desde que entra en el colegio hasta que sale finalizada la ESO.
Y como no, agradecer el trabajo oscuro y sin recompensa de los servicios esenciales: alimentación, agricultura, distribución y muchos más como la banca, de la que nadie se acuerda nunca y que también hemos estado ahí. O por lo menos algunos.
En fin, todos tenemos una vida social pero nuestra lucha, la del trabajador, es por su empleo, por sus condiciones y nosotros, los empleados de CaixaBank, estamos en esa lucha, la más dura jamás vivida en el sector financiero. Necesitamos vuestro apoyo, vuestro aliento y, juntos, saldremos de esta. En la calle cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre, pero en la empresa:
#TodxsSomosCaixabank
FELIZ 1º DE MAYO. SALUD, FUERZA Y UNIDAD.