Cesar no es una renuncia voluntaria
Cesar ❌🚫 Renunciar
La renuncia que es la acción de renunciar es hacer “dejación voluntaria, dimisión o apartamiento de algo que se tiene o se puede tener”.
Pedirte la renuncia u obligarte a dimitir, es más parecido a un cese en la función, “una interrupción obligada y forzada por la potestad que tiene la empresa”.
Este tipo de “renuncia”, que afecta a todas las funciones y que se podría considerar el producto de un acoso psicológico, deja a los compañeros en una situación de destino temporal y provisional que produce constantes cambios, minando su autoestima, su amor propio… Parece que el objetivo de los DAN sea quemar y quemar a los compañeros para que se vayan o esperen ansiosos una salida, llámese ERE, ventana de salidas o similar, independientemente de la edad.
Que los sindicatos nos quejemos de las renuncias, no está produciendo ningún cambio en la forma de tratar la empresa a los trabajadores. Quizá si se llamaran como se debería llamar, CESES, se alarmarían de la cantidad de ellos que se producen e intentarían cambiar alguna cuestión.
La renuncia, por enfermedad o conciliación familiar, suele llegar tarde cuando ya las personas trabajadoras están sobrepasadas y la salud está tocada. Pero este tipo de renuncia al final es la asunción de un problema al cual queremos darle solución, es decir, que podemos creer que está en el buen camino la persona que la solicita, buscando una solución.
La renuncia inducida, cese encubierto, invitación a cambiar de aires, etc., suele ser un problema para la mayoría de nosotros; ¿por qué? ¿yo que he hecho? y un sinfín de preguntas que no tienen respuestas. Aquí es donde debemos de hacernos fuertes; si la empresa te nombra, que sea ella la que te cese, y si tu estas cumpliendo con tus obligaciones, nada tienes que temer.
Ya es hora de que se destapen las arbitrariedades de los CESES que permiten que mandos intermedios decidan, con total impunidad, sobre las vidas profesionales y personales de sus empleados (sí, esto afecta también a lo personal). Presión, objetivos desproporcionados, cargas de trabajo inasumibles, falta de recursos humanos en las oficinas… pero, si algo sale mal, los mandos enseguida te piden la renuncia, y en muchos de los casos, sin tener clara la revisión a la baja de tus posibles complementos funcionales o retribución variable, si la hubiera.
Desde SATE denunciamos y pedimos unión ante esta forma de actuar; entre todos conseguiremos que las cosas no sean “ASÍ” por decreto… porque siempre se hizo “ASÍ”.